La ubicación de la nueva base del COEX se plantea en un terreno situado bajo los viaductos de enlace en la boca este del túnel de los Dos Valires. La implantación ligada a un nudo importante de la red vial del país conduce a la concepción del proyecto como una reordenación con mejora del entorno actual.

La imagen general quiere tener en cuenta y convivir el entorno natural de la zona, donde se encontraría el río Valira de Oriente con sus prados y montañas cercanas. 
La gran dimensión del proyecto hace necesario el control volumétrico para minimizar su impacto visual. Con este objetivo el edificio ocupa toda la parcela en la vertiente este del río para cumplir el programa funcional y no crecer demasiado en altura. 

El proyecto crea una edificación para integrar los espacios actuales. Hace un gran zócalo “natural” que contiene la parte más industrial, de talleres y vehículos que queda oculto sin impactar visualmente y del que sobresale un elemento más “presente” para la parte de oficinas que se abre al Sur y toma cierto protagonismo.

La integración “natural” del espacio para minimizar el impacto del edificio se hace en su parte más “industrial” o zócalo. Las plantas sótano -1 y la planta 0 los acabados exteriores son un muro de escollera (en la base por el lado del río), un muro de acabado de gaviones también de piedra y rematado en las partes altas de fachada con tablones de madera natural. Unas formas y acabados con materiales pétreos, madera y vegetal "naturalizan" el espacio. De esta base sale con un concepto “moderno” la zona de oficinas con acabados de hormigón, metal y vidrio.